Cuando una persona confirma una hipoteca (producto), está firmando un compromiso con una entidad bancaria a largo plazo. Según el INE (Instituto Nacional de Estadística), el plazo medio de hipotecas en nuestro país es de 22 años.
En España, la inmensa mayoría de las hipotecas se firman bajo el sistema de amortización francés, esto significa que las cuotas son “constantes”. Lo ponemos entre comillas porque las cuotas dependen del tipo de interés y del Euribor. En la primera parte de la vida del producto podemos decir, además, que pagamos la mayor parte de los intereses y, por último, pagamos el capital en sí.
Es importante entender cómo funcionan las hipotecas y no olvidar que la entidad bancaria te cobra periódicamente por haberte prestado el dinero para poder responder a la pregunta que recogemos en el título.
¿Cuáles son las formas tradicionales de acortar la
hipoteca?
Bien, podemos por un lado reducir tiempo; es
decir, poner una cuota muy alta para completarla en el menor tiempo
posible.
La otra opción es hacer amortizaciones parciales; lo que quiere decir que ahorramos una cierta cantidad de dinero y se la entregamos al banco.
Muchas veces incluso, estas dos opciones se quedan cortas
o son insuficientes para alcanzar nuestro objetivo.
Entonces, ¿es mejor ahorrar o amortizar? ¿cómo podemos
ahorrar para acortar una hipoteca?
Veámoslo con un ejemplo. Supongamos que pedimos 90.000 €
con tipo interés variable a 30 años. Tenemos una cuota de unos 354 €/mes.
De forma paralela, y con la ventaja de que el dinero
sigue siendo nuestro (por si hay imprevistos), trabajamos un ahorro rentable de
100 €/mes que aumenta de forma exponencial porque nuestra baza es el
tiempo.
Cada caso es personal y debe ser analizado previamente.
Pero en términos generales, siempre va a ser mejor ahorrar y tener acceso a tu
capital, antes que adelantarle dinero a la entidad bancaria que te cobra mes a
mes por él.